EMPRENDIENDO
En Torregamones nos hemos puesto manos a la obra, y tenemos tres proyectos que queremos mostraros:
En "Chivicotilla" - el periódico del pueblo- a través de diferentes secciones, vamos contando aproximadamente cada quince días, lo que pasa aquí; allá; qué cocinamos; qué leemos; así como anécdotas y lugares especiales de nuestro entorno.
También estamos dispuest@s a llenar Torregamones de flores, ¡qué Torregamones!, el C.R.A. entero. Para ello, hemos cogido lana, agujas y .... manos a la cadeneta, al punto enano y al punto alto.... (en algunos lugares también se diría hacer Crochet, pero nosotr@s preferimos decir ganchillo).
Y l@s más pequeñ@s nos hemos propuesto alimentarnos de manera sana, y que las flores, también sean de verdad, por eso hemos preparado unos semilleros, hemos pedido ayuda para preparar el huerto, al ayuntamiento y sobre todo a nuestr@s compañer@s mayores, ¡que anda que no han colaborado!. También alguna mamá ha venido a echarnos una mano, cosa que agradecemos enormemente.
Os contamos como lo hemos hecho ¿vale? Primero hemos preparado las bandejas para poner el sustrato y las semillas. Para evitar que se nos fuera la tierra por el agujero a la hora de regar, hemos puesto un poquito de papel de aluminio del que hemos guardado de nuestros bocadillos.
Después hemos plantado lechugas, cebollas, pimientos, tomates.. y ahora estamos esperando a que salgan los brotes.... esperando... esperando...
Y para tener flores de muchos colores, hemos arreglado un poquito la entrada del colegio y hemos plantado unas semillas.
¡Esperamos que pronto podamos mostrar el resultado!
¡Ay! ¡Qué disparate!
¡Se mató un Tomate!
¿Quieren que les cuente?
Se arrojó en la fuente
sobre la ensalada
recién preparada.
Su rojo vestido
todo descosido,
cayó haciendo arrugas
al mar de lechugas.
Su amigo Zapallo
corrió como un rayo
pidiendo de urgencia
por una asistencia.
Vino el doctor Ajo
y remedios trajo.
llamó a la carrera
a Sal, la enfermera.
Después de sacarlo
quisieron salvarlo
pero no hubo caso:
¡estaba en pedazos!
Preparó el entierro
la agencia «Los Puerros».
Y fue mucha gente...
¿Quieren que les cuente?
Llegó muy doliente
Papa, el presidente
del Club de Verduras,
para dar lectura
de un «Verso al Tomate»
(otro disparate)
mientras, de perfil,
el gran Perejil
hablaba bajito
con un Rabanito.
También el Laurel
(de luna de miel
con Doña Nabiza)
regresó de prisa
en su nuevo yate
por ver al Tomate.
Acaba la historia:
ocho Zanahorias
y un Alcaucil viejo
formaron cortejo
con diez Berenjenas
de verdes melenas,
sobre una carroza
bordada con rosas.
Choclos musiqueros
con negros sombreros
tocaron violines
quenas y flautines,
y dos Ajíes sordos
y Espárragos gordos
con negras camisas,
cantaron la misa.
El diario Espinaca
la noticia saca:
«Hoy, ¡qué disparate!
¡se mató un Tomate!»
Al leer, la Cebolla
lloraba en su olla.
Una Remolacha
se puso borracha.
-¡Me importa un comino!
dijo Don Pepino...
y no habló la Acelga
(estaba de huelga).
ELSA ISABEL BORNEMANN PARA NIÑOS
